Un paro cardio respiratorio fue la causa de la repentina muerte de la reconocida matrona Lourdes Aguilar.
Se destacó por su apoyo a las expresiones culturales como el carnaval. Parte de su tiempo lo dedicó a escribir relatos costumbristas, era amante del bolero y la poesía.
Participó en varias oportunidades en el encuentro de coleccionistas del Festival Internacional del Bolero.
Le sobreviven su esposo, el abogado Lácides Toro Ávila, y sus hijos Sara Elena, gerente de la Contraloría General en La Guajira, además de Lácides, Jorge Eliecer, Laura, Lourdes y Gerardo Toro Aguilar, como también Lácides Toro Valiente.