Está previsto que a partir del 26 de junio del corriente, por cinco días, el presidente Petro traslade la sede del Gobierno nacional a una ranchería de la Alta Guajira.
Es una muestra más de su compromiso con los wayuú, sin antecedentes en la historia republicana de Colombia, en la dirección, entre otras, del cumplimiento de la Sentencia T-302/2017, una Guajira sin hambre y la transición energética.
No tenemos duda de que es plausible la visita del jefe del Estado, se le da la cordial bienvenida y se agradece el gesto de solidaridad con el pueblo guajiro.
Sin embargo, recogiendo la voz y el sentir de los siete municipios de Sur de la Guajira, preguntamos si ¿no es necesario que el presidente Petro haga presencia en la Provincia de Padilla? Está en deuda que se encuentre en este territorio con sus gentes que apoyaron su aspiración a la primera magistratura nacional. Desde cuando se programaron los Diálogo Regional Vinculantes –DRV– para legitimar el Programa de Gobierno ‘Colombia, Potencia Mundial de la Vida’, en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, está pendiente que el hoy jefe de la Administración Publica Nacional se reúna con los agentes del cambio de los municipios de Hatonuevo, Barrancas, Fonseca, Distracción, San Juan, El Molino, Villanueva, Urumita y La Jagua del Pilar.
Conviene recordar que la principal prioridad identificada del Sur de la Guajira en el DRV, fue la construcción de la II etapa de la represa del río Ranchería y el Plan de Ordenamiento y Manejo Ambiental –Pomca– de la alta cuenca de río Cesar incluyendo los afluentes secundarios: ríos Molino, Villanueva, Mocho, Quiebra Palo y Marquezote, que son la fuente natural de los acueductos de los municipios del cono sur de la Guajira.
A pesar de que ese primer macroproyecto quedó finalmente priorizado en el Plan Plurianual de Inversiones (Ley 2294/2023), no ocurrió lo mismo con el Pomca del alto Cesar, cuando ambos están alineados con el primer eje transformacional ‘Ordenamiento territorial alrededor del agua y justicia ambiental’; el segundo, de una ‘Economía extractiva a una productiva’, y el tercero, ‘Derecho humano a la alimentación’, del PND. Si el Sur de la Guajira produce alimentos por su natural vocación agrícola y tiene el agua de la represa, se puede resolver la crisis nutricional de los niños y niñas wayuú,así como los planes de alimentación escolar.
De otra parte, es urgente que Gustavo Petro, como líder del proyecto político del cambio para Colombia y sus entidades territoriales, haga presencia en los siete municipios de la provincia guajira para que anime a quienes votaron por el programa de gobierno del Pacto Histórico, a canalizar nominaciones con el objeto de ocupar las administraciones locales, concejos y elegir diputados en la Asamblea Departamental, de forma que se pueda, el próximo año, establecer una alianza estratégica para una concurrencia de recursos municipales y departamentales con el Gobierno nacional.
Si se quiere que el comandante Supremo de las Fuerzas Armadas colombianas vaya a la provincia, es necesario que alcaldes, concejales/concejalas, así como las organizaciones populares hagan la solicitud a la Casa de Nariño. En este propósito, la bancada de congresistas guajiros del Pacto Histórico puede ayudar a tramitar la visita.
En el entretanto, se define una fecha posible para que el presidente Petro esté en territorio sur guajiro, se puede tramitar con la gobernadora encargada el espacio para que una comisión provinciana pueda ser atendida en la semana que va a estar el jefe de Gobierno en la Alta Guajira, en atención a que Presidencia está acordando la agenda con la jefa del Palacio de la Marina para despachar en el norte de La Guajira.
A propósito del título de la presente columna, analógicamente sugerimos seguir la práctica de los musulmanes: “Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma”, para el caso, si el jefe de Estado por su propia iniciativa o porque no se le ha invitado no va al Sur de La Guajira, la provincia se debe desplazar a la Alta Guajira, desde dónde despachará el presidente Petro.