La Organización de Naciones Unidas reconoció las propiedades medicinales de la cannabis, durante una votación de la Comisión de Estupefacientes de ese organismo, encargado de la política de drogas en el ente supranacional.
Por una mayoría simple, 53 estados integrantes de la Comisión decidieron retirar al cannabis y su resina de la Lista IV de la Convención sobre Drogas de 1961. Esto significa que la planta desde ahora es reconocida como útil para la medicina.
Sin embargo, el estatus del cannabis como droga recreativa no cambió y se mantiene como sustancia prohibida.
Este cambio facilitará la investigación con cannabis, que cuenta con principios activos que han mostrado resultados prometedores en el tratamiento del párkinson, la esclerosis, la epilepsia, el dolor crónico y el cáncer.
La votación se produjo casi dos años después de un dictamen de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que reconocía la utilidad médica del cannabis y recomendaba su retirada de la Lista IV.
Los países de la Unión Europea (excepto Hungría) y varios estados americanos como Colombia, Argentina, Canadá, México, Uruguay, y Ecuador.