Los encargados de un zoológico de la localidad de Lincolnshare, Reino Unido, tuvieron que retirar de su exposición de animales a un grupo de loros que tras la reapertura pospandemia recibieron a los visitantes con insultos y palabras muy obscenas.
El sorpresivo vocabulario vulgar de las aves llamó la atención de los visitantes del Wildlife Park, quienes en su gran mayoría reaccionaron a carcajadas ante las blasfemias proferidas por los animales.
Sin embargo para los cuidadores de las aves la sarta de vulgaridades e insultos no fue divertida, y por esos decidieron separar a las aves del resto de los animales y de la presencia del público, con el fin de evitar que estos pudiesen ocasionar que algún visitante pudiese sentirse incómodo con las malas palabras en el futuro.
Steve Nichols, director del zoológico, explicó que los loros llegaron a este lugar tras ser rescatados durante la cuarentena. El funcionario cree que uno de ellos fue quien originalmente llegó con el vocabulario en su memoria y posteriormente las otras cuatro aves aprendieron a repetir las vulgaridades con las que ahora saluda a todos los que ven.
Para colmo, durante los días en que los loros fueron exhibidos al público, los visitantes celebraron sus groserías con aplausos y risas, lo que estimuló a las aves a lanzar más insultos con el beneplácito de su público.