Un nuevo estudio revela que el consumo de bebidas alcoholicas, incluso si es moderado, puede aumentar el riesgo de hipertensión en adultos con diabetes tipo 2.
“Estudios anteriores han sugerido que el consumo excesivo de alcohol se asocia a la presión arterial alta, sin embargo, la asociación del consumo moderado de alcohol con la presión arterial alta no estaba clara”, dijo un grupo de expertos de la Universidad de Forest en Winston-Salem (Estados Unidos), que analizó la relación entre el consumo de alcohol y la presión arterial en más de 10.000 adultos con diabetes tipo 2, con una edad media de 63 años.
Los pacientes estudiados en esta investigación eran personas con diabetes desde hace al menos 10 años. Todos ellos tenían un mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares o por lo menos dos factores de riesgo de posible enfermedad cardiovascular como presión arterial alta, colesterol alto, tabaquismo u obesidad.
A ellos les analizaron su consumo de alcohol mediante los niveles ninguno; ligero (1-7 bebidas por semana); moderado (8-14 bebidas por semana; y pesado (15 o más bebidas por semana). Posteriormente se clasificó la presión arterial de acuerdo a los estándares de la American College of Cardiology /American Heart Association como normal (por debajo de 120/80 mm Hg); elevado (120-129 / <80 mm Hg); alta en estadio 1 (130-139 / 80-89 mm Hg); o alta en etapa 2 (140 mm Hg / 90 mm Hg o más).
Con estos datos los investigadores hallaron que el consumo ligero de alcohol no está asociado al riesgo de presión arterial alta, pero desde un consumo moderado el riesgo se dispara hasta en un 79% el riesgo de hipertensión arterial, presión arterial alta en etapa 1 en un 66 por ciento, e hipertensión arterial en etapa 2 en un 62 por ciento.
“Aunque el consumo de alcohol leve a moderado puede tener efectos positivos sobre la salud cardiovascular en la población adulta en general, el consumo de alcohol tanto moderado como excesivo parece estar asociado a mayores probabilidades de hipertensión arterial entre las personas con diabetes tipo 2”, concluyó la investigación.