Merab Dvalishvili es un luchador de la UFC que se dio cuenta, a las malas, que no es buena idea bañarse en un lago congelado. El deportista se encontraba entrenando en un parque del estado de Long Island (Estados Unidos), cuando llegó hasta un lago cubierto de nieve y hielo y pensó que era el lugar perfecto para desafiar las bajas temperaturas y darse un chapuzón.
Sin pensarlo dos veces, Dvalishvili se quitó su ropa de entrenamiento, se acercó a la superficie congelada del lago y se lanzó al agua. Pero en vez de la piscina natural que esperaba, el luchador se encontró con una desagradable sorpresa.
“Pensé que sería un gran día para entrenar y correr en el parque. Luego vi un estanque que pensé que era nieve y agua. PERO resultó ser todo hielo y ramas de árboles que sobresalían. Tan pronto como rompí el hielo sentí que mi piel se despegaba. ¡PERO nada más doloroso que cuando volvieron a engraparme la piel! Todo está bien ahora”, dijo Dvalishvili en Instagram, donde publicó una secuencia de videos mostrando el paso a paso del desastroso baño.
Luego de salir del agua, su cabeza comenzó a sangrar, y tuvo que irse a un hospital donde los médicos tuvieron que ponerle varias grapas para cerrarle la herida.
Finalmente, el luchador fue dado de alta, pero como todo buen peleador, decidió cobrar venganza de la naturaleza. Al día siguiente regresó al lago para darle su merecido a su gélida agua.